Batman: Arkham Origins

Batman: Arkham Origins es un juego de acción en tres dimensiones en el que los jugadores controlarán a Batman, el Caballero Oscuro de Gotham, que tendrán que defender la ciudad de los muchos matones, maleantes y súper villanos que la asolan.

El sistema de combate de Batman: Arkham Origins es muy similar al visto en Injustice: Gods Among Us (de hecho ambos están desarrollados por NetherRealm Studios): los jugadores tendrán que pulsar sobre el enemigo para asestar golpes, y deslizar el dedo por la pantalla en momentos clave para hacer ataques especiales. Además, podrán cubrirse presionando la pantalla con dos dedos.

A medida que los jugadores vayan ganando combates en Batman: Arkham Origins, podrán ir subiendo el nivel de Batman y ganando recursos, con los que podremos mejorar las habilidades de nuestro súper héroe. Una barra de salud más grande, puñetazos más fuertes, movimientos especiales... Batman tiene mucho margen de mejora.

A nivel visual Batman: Arkham Origins también recuerda mucho al mencionado Injustice, con un apartado gráfico sobresaliente que no desentonaría en consolas de sobremesa. Eso sí, necesitaremos un terminal potente para verlo fluido y en todo su esplendor.

Batman: Arkham Origins es un juego de acción sobresaliente, que no sólo cuenta con un apartado gráfico increíble, sino también con una mecánica de juego muy divertida.